Cuidados y reproducción de las suculentas
Las suculentas: aliadas perfectas para quienes buscan plantas de bajo mantenimiento
Las suculentas son ideales para las personas que no disponen de tiempo para cuidar un jardín, especialmente cuando se trata de tareas como el riego constante. Estas plantas destacan por su diversidad de tonos, que van desde verdes vibrantes hasta grises sutiles, y algunas incluso sorprenden con flores hermosas. Además, permiten crear diseños únicos en balcones, patios e incluso en jardines amplios. Aunque a simple vista puedan parecer similares, no todas las suculentas requieren los mismos cuidados. Sin embargo, hay ciertas pautas generales que pueden garantizar su buen desarrollo.
La tierra
Algunos viveros venden tierra especialmente preparada para cactus y suculentas, pero también es sencillo hacer una mezcla adecuada en casa. Solo necesitas combinar una parte de arena, una parte de gravilla y una parte de tierra común (ya sea comprada en viveros o extraída del jardín). Es importante tener en cuenta que a las suculentas no les favorecen los suelos ricos en nutrientes.
El riego
En general, la mayoría de las suculentas requieren riego una vez por semana o incluso con menor frecuencia. Es fundamental regarlas hasta que el agua salga por el drenaje de la maceta, asegurándote de que no quede acumulada en platos o recipientes, ya que esto podría dañar sus raíces.
La luz
La mayoría de las suculentas prefieren la exposición al sol directo, aunque también se adaptan a interiores siempre que no estén en rincones oscuros. Si las tienes dentro de casa, es recomendable sacarlas de vez en cuando al exterior para que puedan realizar la fotosíntesis de manera eficiente y disfrutar de aire fresco.
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Reproducción: Una forma fácil de reproducir las suculentas es a través de sus hojas cuando la planta es adulta. Para esto se deben tomar las hoja desde la unión con el tallo y girarlas de un lado a otro cuidadosamente, hasta que las hojas se desprendan sin sufrir daños, evitando seleccionar hojas dañadas o tallos enfermos. Luego se deben dejar secar desde 3 a 5 dias sobre una hoja de papel del tipo toalla nova, esto permitirá que la hoja se selle. Luego en un recipiente del tipo bandeja de aluminio o de plastico, lleno con tierra o sustrato hasta la mitad, extendemos uniformemente las hojas aprovechando el espacio, siempre con el lado concavo de la hoja hacia arriba. Si la bandeja plástica es transparente y tiene tapa, podemos crear un mini invernadero que ayudará al proceso.
Normalmente dentro de 4 a 6 semanas habrán brotado tallos, los cuales a veces son muy finos por lo cual es importante no mover las hojas hasta que estos se desarrollen. Una buena forma de determinar que la planta nueva está lista para ser transplantada, es cuando la hoja de origen se ha marchitado y las nueva planta se han desarrollado hasta alcanzar los 5 cms de ancho. Es importante que al transplantarla se use un sustrato de cactus o suculentas y no exponerlas al sol directamente, ya que se pueden quemar.